CARTA PARA ARPHEM

Querido amigo:

¿Alguna vez te has preguntado qué se siente al ser inmortal? ¿Al vivir noche tras noche persiguiendo demonios que juegan con tu cordura? ¿Al tener riqueza y un gran poder psicológico? Esa es mi existencia, y es oscura y peligrosa. Debería ser un maestro para miles de personas, pero nadie me conoce.

Y me encanta vivir así.

O eso pensaba hasta la noche en que me desperté encadenado a una nueva pesadilla: una mujer de aspecto conservador, vestida con una camisa… que en su caso solo se descolgaba por dos minúsculos tirantes. Una mujer inteligente, fascinante, ingeniosa y que curiosea aunque no quiere tener nada que ver con el mundo paranormal; es decir, conmigo.

La atracción que despierta en mí va en contra de todas mis creencias. Por no mencionar que la última vez que me abandoné, no solo me costó el alma, sino también la libertad. Y ahora, cada vez que la leo, descubro que quiero intentarlo de nuevo. En momentos de debilidad me empeño en volver a creer que la seducción y la lealtad existen.

Y lo más desconcertante es que a cada momento me descubro preguntándome si existirá una mujer capaz de seducir a un hombre con unas cicatrices tan profundas. Con un corazón que quedó destrozado en su vida mortal que ni siquiera sabe muy bien si podrá latir otra vez.

RENCOR.